Lara Siscar Peiró (1977), nacida en el Grau de Gandia, es presentadora de televisión. Trabajó en Canal 9 y en Nova, uno de los canales de Atresmedia. No obstante, en 2009, entró en la plantilla de TVE. Actualmente, presenta el Telediario del Fin de Semana.
– Eres uno de los rostros más conocidos de TVE como presentadora del Telediario del Fin de semana y, además, escritora de dos novelas, ‘La vigilante del Louvre’ y ‘Flores Negras’, ¿qué destacas de tu carrera profesional?
Ante todo, la satisfacción de comprobar como el enorme esfuerzo que he llevado a cabo a lo largo de los años se materializa en esos resultados. Es el fruto de mucho trabajo. Eso y el orgullo que veo en mis padres.
– Naciste en el Grau de Gandia, viviste también en Xeraco, ¿cómo te sientes cuando, en algún viaje, vuelves a la zona?
Me siento muy cómoda, muy yo. Sigo manteniendo a las amigas de siempre, vuelvo constantemente porque mi familia vive aquí, es casa. Es el puerto al que volver siempre que Madrid se me hace demasiado densa. Vivo en una ciudad tremendamente acogedora, pero añoro el mar. Lo busco constantemente y, con él, a los míos.
– Se acerca el 8M, el Día de la Mujer, ¿en qué piensas al hablar de empoderamiento femenino?
Pienso en la necesidad de reivindicar nuestra valía cada día, que sigue siendo necesario, y pienso en la importancia de mantenernos nosotras fuertes y batalladoras, trabajando mucho para ganarnos un sitio, y defendiéndolo a muerte cuando por fin lo conseguimos. No debemos consentir que nuestra voz no se escuche, nosotras tenemos mucho que decir.
– Durante casi diez años, le has puesto rostro a la denuncia del ciberacoso. ¿Cuáles fueron los peores momentos?
En realidad le puse cara tan solo durante unos meses. Fueron los meses en los que mi caso se hizo público y recibió un gran eco entre los compañeros de los medios de comunicación. Yo me retiré muy pronto de entrevistas y programas sobre la cuestión, pero fue muy grave y muy público y, cuando se me busca en Google para adquirir documentación sobre mí, como prueba esta entrevista, el tema me vuelve constantemente. Los peores momentos los viví antes. El sufrimiento me lo trajo el acoso previo, no la denuncia.
– Y, ahora, ¿cómo te sientes?
Perfectamente. Hace mucho de eso, no dejé de trabajar y de vivir. No tengo vocación de víctima perpetua.
– Alguna vez, has nombrado que fue una policía quien te animó a denunciar por primera vez en 2014. Pero ¿qué te motivó de verdad a hacerlo?
La Inspectora que llevó mi caso me conoció haciéndole una entrevista sobre otra cuestión. Me hizo ver que lo que me ocurría era algo grave y no tenía porqué soportarlo, tolerarlo, ni resistirlo en silencio. Y si lo hice público fue porque esta misma mujer me lo pidió. Pidió que introdujese el tema en el debate público.
– Tu libro ‘Flores negras’ trata la indiferencia y la normalización de la violencia verbal, física o sexual hacia las mujeres. Confesaste que creías que el acoso procedía de una actitud machista. ¿Alguna vez has pensado que podría haber sido diferente si hubieras sido hombre?
Muchas veces y no tengo la más mínima duda. La inmensa mayoría de las mujeres no se dirigen a un hombre en el tono en el que gran parte de los hombres se dirigen a las mujeres. El acoso viene por la no aceptación de un no. Por la no aceptación de un rechazo, de una indiferencia. Los hombres, en general, han tenido históricamente mayores problemas para aceptar y respetar como válidas e incuestionables las decisiones de las mujeres. En todos los aspectos.
– Durante el sufrimiento del acoso, afirmaste que hubo un tiempo en que te preguntabas continuamente qué habías hecho mal, por qué tú. A día de hoy, ¿crees que se señala y culpabiliza antes a la víctima que al acosador?
A día de hoy, afortunadamente, ya no. Hay excepciones, pero se las subraya como lo que son: ejemplos de lo que no hay que hacer. No hay que culpabilizar a la víctima por el acoso que sufre. Creo que la sociedad ha dado pasos de gigante en ese sentido.
– ¿Qué le dirías a alguien que vive una situación de acoso y no se atreve a dar el paso?
Que no hay motivo para no darlo. Que no es motivo de vergüenza. Y que el acosador deber recibir su merecido. Por ella, y por la que pueda venir después. Denuncia.
– Por último, como periodista, ¿qué destacas de tu papel dentro de la sociedad?
Un solo individuo no puede hacer mucho pero en mi caso, como periodista y como persona, intento que en todo lugar por el que pase quede un pequeño poso de la sensatez y la veracidad con la que pretendo guiar mi carrera y mi vida. Ojalá lo noten los que me rodean en el día a día.