Con una trayectoria de más de 29 años, Victoria Tormo es una gran experta en el Derecho de Familia en Gandia. Aunque también ha tratado con diversos temas derivados de problemas familiares, siempre ha velado por los intereses de los menores que, como bien afirma «son la parte que más sufre en estos casos».

Su despacho, Tormo Abogados, nació con un cariz generalista que, con los pasos de sus clientes, han ido encaminándolo hacia el derecho de familia, derecho contractual y accidentes de tráfico. La confianza, cercanía, compromiso y la especialización en cada caso son los valores que siguen cada uno de los integrantes de este despacho.

– ¿Cómo se ha visto afectado el sector de la abogacía durante la pandemia? ¿Han aumentado de manera significativa las separaciones y divorcios?

Si bien es cierto que los meses posteriores al verano, son los meses en los cuales más se incrementa el número de preguntas por separaciones y divorcios, la COVID-19 ha propiciado un desencadenamiento del número de llamadas por estos temas. Todo ello, debido al confinamiento y a la obligatoriedad de pasar más tiempo en casa ha hecho que las parejas que ya flaqueaban pusieran fin a su relación. 

– ¿Qué características tiene que tener un buen abogado de familia?

Un abogado de familia ha de poder brindar cercanía, confianza y seguridad en todo momento, ya que estamos ante una materia muy delicada, en la que están en juego los intereses más personales de la pareja. Y en los que no solamente pueden verse mermados los intereses de los padres, sino también de los niños. Por eso, en este tipo de casos se ha de obrar con la máxima diligencia y cercanía, para poder solventar los problemas oportunos con el mayor entendimiento posible entre ambas partes. 

– ¿Cuáles son los casos que tratáis con más frecuencia?

Aunque el derecho de familia está a la orden del día, los accidentes de tráfico son un tema latente en nuestro despacho del que también poseemos gran experiencia. Del mismo modo, el despacho ha ido creciendo, y temas de derecho bancario y derecho laboral han ido copando nuestros escritorios, por este motivo el despacho cuenta con la cooperación de otros profesionales en la materia.

– ¿Son más complicados los casos de Derecho de Familia que los de otro ámbito a la hora de llegar a un consenso entre las dos partes?

Los casos de Derecho de Familia son más arduos en la medida en que se ponen en tela de juicio los intereses más personales de las partes. Cuando se discute sobre la vivienda familiar, la custodia compartida, los posibles incumplimientos en los pagos de las pensiones y demás temas hay que ser muy cuidadoso en establecer y concretar bien en el convenio regulador todas las necesidades y deseos de las partes, para así ofrecer la mayor claridad posible a los padres para el cumplimiento de sus deberes y obligaciones, siendo lo más importante el interés del menor.  

– ¿Cree que la custodia compartida es lo mejor para el desarrollo de los menores?

Este ha sido un tema que ha estado en boca de todos los últimos años. Desde el punto de vista de ambos progenitores, entiendo que lo más justo es que ambos pasen el mismo tiempo con sus hijos pero, como ya he mencionado anteriormente, en estos casos es de suma importancia atender a los intereses de los menores antes de satisfacer cualquier pretensión de los progenitores.

En principio, habrá que estar al caso concreto para determinar si la custodia compartida será lo más beneficioso para el menor, ya que puede ser de gran interés acudir a la misma. Sin embargo, existe otro inconveniente que subyace de la custodia compartida, que no tuvo en cuenta el Tribunal Supremo cuando sentó jurisprudencia en este sentido, y es que, la custodia compartida obliga a que sean los menores quienes tengan que desplazarse y adaptarse a las necesidades de los padres en todo momento.

Por ende, la custodia compartida se ha impuesto desde el punto de vista de los padres, como la mejor opción para que ambos puedan disfrutar de sus hijos, pero según mi experiencia, en todo procedimiento de familia se ha de atender en primer lugar, al cuidado de los menores, ya que estos son la parte más vulnerable de las relaciones matrimoniales. 

Y en este caso, la custodia compartida desoye los intereses de los menores, y deberemos escucharlos, siempre y cuando tengan el suficiente juicio, aunque tengan menos de 12 años. De esta forma, teniendo en cuenta el interés y beneficio del menor, el principio de igualdad entre ambos progenitores y la compatibilidad que ha de haber entre los derechos y obligaciones entre ambos progenitores, sí que es viable incluso, aconsejable la guardia y custodia compartida.