El año 2020 siempre se dividirá en dos: antes y después de la pandemia. También nuestra vida, porque un acontecimiento de tal magnitud, mundial, se convierte en historia. Un división que también se hace en el terreno de los números, de los proyectos, de los negocios y empresas. De la vida. Los que surgieron del Covid-19, los que resurgieron y los que, lamentablemente, murieron.
Entrevistamos a Juan Pablo Tur, presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor (FAES).
- ¿Qué le diría a alguien que está a punto de tirar la toalla y llama a las puertas de FAES?
Primero que todo, y sin que suene demagógico, le diría gracias. Gracias porque este tiempo es muy complicado y si llama a la puerta FAES es porque FAES es el paraguas de todas las empresas de la comarca de la Safor. Dentro de la asociación intentamos ayudar, porque es lo que nos toca. Igual no podemos ayudar directamente, pero sí poner en contacto a la persona que le puede ayudar; eso es muy importante.
¿Por qué estar en FAES? ¡Pues por qué no! Estando en FAES no puedes perder nada, siempre vas a ganar. Vamos todos por el mismo camino, da igual que la esfera sea del sector primario, industria o servicios, todos tenemos un mismo fin. No es ganar dinero, sino aportar a la sociedad para tener un estado de bienestar mejor.
- ¿2021 es el año de la esperanza?
Antes de la pandemia las previsiones y el balance de 2020 era positivo. Los indicadores económicos estaban al alza, se creaba empleo, estábamos creciendo económicamente… Pero en marzo llegó la debacle.
El último trimestre del año no ha sido tan malo como se esperaba y hay sectores que están saturados, como el de la construcción.
Viendo indicadores económicos, la moratoria de préstamos y la capacidad de crecimiento de las empresas, 2021 se prevé duro.
- Los premios FAES de este año rinden homenaje precisamente a esos valientes empresarios que han soportado, y soportan, la pandemia.
En este encuentro reconocemos a todas las empresas y a los trabajadores que durante esta pandemia han trabajado y han soportado el no poder trabajar.
Concedemos cuatro premios, que los recogerán las máximas autoridades representantes del conjunto de cada población. Gandia, al ser la capita de la Safor; Oliva la segunda población con más número de habitantes; y los otros 29 municipios de la comarca de la Safor estarán representados por la Mancomunitat. A Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, le concedemos el premio en reconocimiento a todas las empresas valencianas, y por supuesto a todo el trabajo que ha hecho la CEV en esta pandemia.
- ¿Qué significa FAES para las empresas de la Safor?
Casi todas las asociaciones que están dentro de FAES son comarcarles. Uno mis objetivos mientras sea presidente en FAES será implicar y arropar más a las asociaciones más allá de Gandia.
- ¿Qué necesitan ahora los polígonos?
Los polígonos necesitan un poco más de continuidad en las ayudas. La implantación de fibra óptica, la exención del pago de vados, e intentar eliminar la tasa de residuos. Las empresas no generan residuos, porque los que generan los tienen que gestionar ellos directamente. Estamos viendo de que manera se puede eliminar esa tasa.
- Gandia ha apostado fuerte por la digitalización de los comercios. ¿Qué papen desempeña FAES?
FAES ofrece un agente de innovación para acompañar a las empresas que soliciten las ayudas que ha sacado el Ayuntamiento de Gandia. Guiaremos a los solicitantes para que puedan implantar las herramientas de digitalización y les pondremos en contacto con diferentes empresas y proveedores.
- El paso siguiente y complementario es un Market Place.
Es necesario generar esa economía circular de la que tanto se habla pero de la que nos olvidamos. Hablamos de comercio de proximidad y luego compramos en Amazon, que de proximidad no tiene nada y pagan muchísimos menos impuestos que las empresas españolas.
Las empresas de Gandia tendrán en el market place otro canal de venta. Pero tiene que existir un trabajo detrás, porque solo puedes digitalizar tu negocio cuando las personas que lo forman creen en la digitalización.