Se ha presentado en Oliva la Asociación de Familiares de Represaliados y Represaliadas por el Franquismo. El colectivo reúne a decenas de familiares de víctimas, así como historiadores/as y personas interesadas e implicadas en la recuperación y la reparación de la memoria democrática en la ciudad.
La cita ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Oliva, la asociación ha elegido este enclave para celebrar el acto de presentación y la primera reunión de su junta directiva, haciendo una invitación honorifica al alcalde de la ciudad, David González, primer representante de la principal y máxima institución democrática de la ciudad que ha estado acompañado por el concejal de Memoria Democrática Josep Escrivà.
ARFO con este gesto ha querido escenificar la importancia de la implicación de todas las administraciones públicas en una causa que en palabras de su presidenta, Teresa Llopis “es de todos y todas, y no entiende de colores políticos, se trata de recordar y reparar esa parte de la historia que como demócratas estamos obligados a recuperar y homenajear, como lo hacen el resto de los países de Europa y del mundo”. El acto pretende, del mismo modo, agradecer la colaboración de la corporación municipal.
ARFO nace con vocación de llevar a cabo una tarea de recuperación y reparación de la memoria democrática y también de investigar y dignificar las historias escondidas de miles de ciudadanos y ciudadanas que sufrieron durante aquellos años de la dictadura acciones violentas de represalia, que en muchos casos les costó la vida. Uno de sus objetivos principales es dignificar la historia de las mujeres y reivindicar el papel clave que ejercieron durante esta etapa.
El colectivo pretende intensificar la implicación de los poderes públicos en este cometido. Como apunta la presidenta de la asociación Teresa Llopis: “Es necesario que todas juntas rompamos ya con este silencio. Ha llegado el momento de afrontar con un talante conciliador e integrador, pero reivindicativo, este silencio sufrido por nuestras familias y devolverles al lugar que merecen en la historia más reciente de la democracia”.
Oliva, como la mayoría de ciudades de nuestro país, sufrió tras la finalización de la Guerra Civil, una fuerte represión social impuesta por el régimen autoritario encabezado por el dictador Franco, que provocó numerosas víctimas inocentes, que en gran parte fueron castigadas en campos de concentración, cárceles políticas y procesos de exterminio.
La organización describe sus principios básicos referenciándose en la propia Ley, que indica que la tragedia de la Guerra Civil Española y la posterior dictadura son hechos de nuestra historia y memoria que interpelan sobre lo que somos, quiénes somos y quiénes queremos ser como comunidad social y política.
Es preciso mirar hacia adelante, pero sabiendo de dónde procedemos, conocer bien nuestro pasado y tener esa lectura colectiva de nuestra historia que permita afrontar los retos del presente. Mantener en la memoria a las víctimas, reconocer su dignidad, es el mejor freno para evitar que los hechos que convulsionaron nuestra historia vuelvan a suceder en el futuro. La responsabilidad y el derecho a la reparación por el daño sufrido no se pueden alcanzar sin emprender también un esfuerzo de reflexión, de interpretación ético-política de la sociedad en la que fue posible y consentida esa violencia. Pero hay que recordar y mantener la memoria no solo como un merecido tributo, sino como la única arma efectiva que nos proporciona la democracia y el estado de derecho frente al mal irracional e incomprensible.
La Constitución española de 1978 recoge en su artículo 10 del citado título I que «la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de su personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social».
Con espíritu de reconciliación, integración, concordia y respeto al pluralismo se aprobó la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura, que implicó un cambio sustancial al integrar medidas, reconocer derechos y sentar «las bases para que los poderes públicos lleven a cabo políticas públicas dirigidas al conocimiento de nuestra historia y al fomento de la memoria democrática».
El colectivo se fundamenta sobretodo en la defensa y difusión de los derechos humanos fundamentales recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en la recientemente aprobada Ley 14/2017 de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat Valenciana aprobada el 10 de noviembre por la Generalitat.
ARFO llama a la participación ciudadana y busca contactar con todas aquellas personas vinculadas a la causa y que tengan familiares, amigos y/o conocidos desaparecidos o represaliados. Cualquier persona puede ponerse en contacto con la Asociación a través del correo electrónico: arfoliva@gmail.com.
La Junta Directiva, está presidida por Teresa Llopis Guixot, acompañada por Maria Frasquet Fenollar como tesorera, Antoni Gisbert Gisbert como Secretario y Verònica Fuster Parra, Isabel Sabater Morató, María Isabel Vallecillo y Purificació Peiró Bertomeu como vocales.